El pasado 30 de octubre, en uno de nuestros escasos momentos libres, acudí con mis buenas compañeras sofiaub de Lienzo de ideas y pájaro azul, junto con más amigos, a una exposición en La Rambleta bautizada bajo el nombre de Only Paper.
Una exposición en la que participaron artistas y disciplinas, con un nexo en común, el papel. El papel es uno de los soportes más antiguos de la historia del arte, pero últimamente casi ha pasado a ser un segundo plano sin mera importancia. Ese concepto, para mí afortunadamente, ha ido evolucionando, asumiendo en la actualidad una nueva importancia como obra, mucho más ambiciosa y con más posibilidades, las posibilidades del papel como soporte y como obra en sí misma, ofreciendo una visión contemporánea de los diferentes lenguajes, técnicas y estilos de una selección de 14 artistas que lo trabajan como medio de expresión.
Sin querer desmerecer al resto de artistas, cuyo trabajo era espléndido también, la verdadera razón por la que visitamos esta exposición fue por Paula Bonet.
No hace mucho que descubrí a esta ilustradora, la verdad es que ha sido durante este curso, y fue gracias a pájaro azul que compartía en Facebook trabajos que a su vez la artista mostraba a través de Instagram a todos sus seguidores. Así que, cada vez que pájaro azul compartía alguna imagen, yo entraba y la admiraba, sorprendida por su estilo, hasta que mi interés llegó al punto de buscarla en Google para ver qué más cosas subía, ya que yo no tengo cuenta en Instagram y no puedo seguirla ni nada por el estilo.
Sus dibujos, siempre o casi siempre acompañados de un breve texto, tienen una esencia especial, algo único que te transporta a un mundo de pensamientos sobre los que habla. Cuando los observas (al menos a mí me pasa) puedes apreciar cómo cada uno de los trazos está donde está por alguna razón, la delicadeza y el detalle con el que trabaja aunque sus dibujos puedan parecer en ocasiones abocetados. No sé, a mí me transmite mucha dulzura y, cómo explicar, ¿sensación de plenitud? Quizá el diseñador gráfico Modesto Granados lo define mucho mejor con sus palabras sobre la artista: “una de las cosas que la diferencia es que sus dibujos, junto a los textos caligrafiados, son como un relato que comienza o acaba y te deja completarlo a ti”. Sí, eso es.
Paula trabaja actualmente con bolígrafo, las acuarelas y la tinta china, “así el resultado es más rápido y directo”, dice. Mis aspectos favoritos de su trabajo son, supongo que como en la mayoría de seguidores, su forma de dibujar el cabello. Es impecable, parece que vaya dibujando cabello por cabello y el resultado es tremendamente asombroso, parece tan real que dan ganas de tocarlo; y lo segundo, es cómo introduce elementos como paisajes, animales… dentro del dibujo con realismo asombroso, consiguiendo un conjunto, parece que la figura contiene el elemento, lo lleva dentro. Es precioso.
Las fotografías de la exposición fueron tomadas por un amigo de sofiaub, Sergi Ortín, estudiante de segundo de arquitectura también. La calidad de las fotos no es la mejor porque a la hora a la que pudimos asistir parece ser que la exposición ya había cerrado y no había apenas iluminación, la mínima para saber por dónde circulabas. De todas formas, agradecer su trabajo desde aquí.
De todos modos, los dibujos elegidos para la exposición son sólo unos pocos en relación a todo su repertorio. Tiene otros que a mí particularmente me llegan mucho más por el concepto que transmiten, como:
Bajo el título que ella le dio: Uniendo a dos desconocidos en un beso. Aunque en ese momento el trabajo aún estaba en proceso, es casi mi favorito, compitiendo con:
La verdad es que no sé elegir. Espero poder comprarme uno de ésos algún día, sin duda sería un buen regalo.
También sé que personalmente a pájaro azul le fascina, y de hecho lo tiene en su habitación, esta preciosidad:
Como anécdota contar que se nota que vamos convirtiéndonos en arquitectos poco a poco y que cada vez sentimos más interés por todo lo que nos rodea. Siendo un poco frikis no pudimos evitar comentar las peculiaridades del edificio que albergaba la exposición, intentando averiguar con sólo observar una triple o cuádruple altura cómo funcionaba en su interior.
Bien, ahora que os he adentrado un poco en este mundo que ilustra Paula Bonet, es vuestro turno de continuar investigando si os ha gustado, tal como hice yo.
Hakuna matata