La publicidad intenta vender sus productos a través de captar la atención de las personas, sobre todo de las personas a las que se quiere dirigir. Porque no se puede hacer el mismo anuncio cuando quieres vender un producto a un sector u otro. Por ejemplo, no utilizarías el mismo método para captar la atención de jóvenes que de personas adultas con una vida estable, o no utilizarías el mismo método para captar la atención de personas con nivel adquisitivo reducido que para sorprender a personas con un nivel adquisitivo reducido.
Los anuncios en su mayoría tratan de captar la atención de un posible cliente, y cuando un anuncio es sorprendente o impactante hace que las personas lo comenten y al final es el propio cliente quien termina haciendo la publicidad del producto. El ejemplo que voy a mostrar, se traslada al arte, tratan de llamar la atención ante elementos ya sean esculturas o pinturas conocidas. De este modo, cuando vemos el anuncio asocias ese anuncio con un elemento histórico, y con el anuncio, su producto.
En el primer caso, muestro la imagen de la estatua de Cristo Redentor, situada en Brasil, y con esta la imagen de un anuncio de Heineken “For a fresher world”, en la que se ve un abrelatas en la misma posición en la que se encuentra la estatua de Cristo Redentor, y el fondo de la imagen es muy similar, a diferencia que en el anuncio son botellines de cerveza y en el caso de la estatua el paisaje del fondo son edificios.
En el segundo caso vemos la escultura de Miguel Ángel “Piedad” y la imagen de un anuncio de una marca de ropa llamada Kookai. Se puede observar que imita la posición de la escultura.
Por último lugar, vemos el “Hombre Vitruvio” de Leonardo da Vinci que se ha empleado para un anuncio de café de la marca Lavazza en el que se imita la posición en el interior de una taza.
Rayomcqueen